Madrid, 2 de Mayo de 1808. La revuelta protagonizada por los habitantes de dicha ciudad contra el invasor francés, ha sido brutalmente sofocada. Ahora se impone el toque de queda y la joven costurera Manuela Malasaña ha de atravesar las peligrosas calles de Madrid, infestadas de patrullas francesas, para llevar unas tijeras rotas a la herrería de Bernardo Morales.