Franco, 50 años, se encuentra una mañana con Tadeo, 13 años. Comienzan un dialogo poco trascendental. Pronto Franco notara que el niño esta angustiado. Al hablar con él se enterara que su madre está enferma. Franco sin perder tiempo le enseñara que aun en los peores días se puede sonreír. Que a veces las perdidas, pueden ser ganancias.