Bruno ha logrado hacer de su afición su medio de vida: es dibujante de cómics. Sin embargo últimamente está completamente bloqueado y no consigue dibujar ni una sola línea. En estas circunstancias aparece Violeta, que parece tener mucho en común con el dibujante. Ni siquiera hablan, sólo intercambian un par de miradas tímidas en el autobús, pero eso bastará para que la chica encienda la chispa creativa de Bruno, que parece dispuesto a retomar su trabajo. Pero justo cuando se cree un hombre con suerte, la fatalidad se cruza en su vida. No podrá ser el héroe de la historia, pero si podrá salvar a alguien…