Tener un hijo no hace que seas feliz, pero ni ella ni él lo sabían. Llevan dos meses sin dormir, sin comer, sin hacer el amor y sin vivir. Esto les acaba pasando factura y se encuentran muy mal. Ella tiene dentro de la cabeza un sonido que le está volviendo loca, y él está al borde del suicidio; pero aunque están viviendo el tormento más grande de su vida, saben que la pareja no puede romperse.