Al entrar en un dispositivo tecnológico omnisciente conocido como “La Cámara”, un hombre se presenta con múltiples proyecciones de sí mismo – desde sus recuerdos pasados, a sus propios avatares digitales, y más allá. Los fuegos de nuestro pasado y presente arden dentro de cada uno de nosotros, proyectando un resplandor sobre las muchas facetas de nosotros mismos, esperando ser liberados a medida que se ilumina la historia del futuro.