Vida de un plano es un corto sin pretensiones, un regalo para cinéfilos, y un homenaje al cine en si mismo, sorprendentemente sintetizado en 45 segundos. Carmen Elías se convierte en protagonista accidental, aunque el auténtico protagonismo lo acapara el propio plano cinematográfico. Los pasillos del hospital en el que se rodaron numerosas partes de Camino es el escenario.